Solapar a Puri Carpinteyro lo confirma:
el PRD no
tiene remedio
Redacción/La red es nuestra
Desde la
izquierda, los ciudadanos hemos dado todos estos años una lucha ejemplar en
contra de los grupos de poder que no se conforman con todo lo que han saqueado,
y que quieren seguir lucrando con los recursos y con la riqueza nacional.
Las batallas
contra estas mafias políticas y económicas, se han dado en condiciones de mucha
desigualdad: ellos tienen el dinero, los policías, los jueces y los medios de
comunicación, mientras nosotros sólo tenemos nuestro grito libertario y nuestra
sed de igualdad y de justicia.
Cuando Andrés
Manuel López Obrador expuso sus diferencias de fondo y decidió hacerse a un
lado del que era el principal partido de izquierda, que le debe a él –a su honestidad y a su congruencia política– el
posicionamiento nacional con que cuenta, muchos le recriminaron y quisieron
presentarlo como una especie de enemigo del futuro y del progreso.
Pero la voz de
López Obrador fue de alerta y muchos en la izquierda no lo escuchamos.
Hemos
participado en muchas movilizaciones y seguiremos participando en muchas otras
más, porque las batallas por la libertad son parte de una guerra que no se gana
fácilmente, pero no nos dimos cuenta de la traición que por partida doble o
triple, estaban cometiendo a todo el pueblo de México los que con una
ambición sin límites y mucha rapacidad,
usan nuestras causas para sus intereses personales.
El caso
Purificación Carpinteyro es el ejemplo mejor expuesto de la pérdida de valores,
de la corrupción y del cinismo de quienes han encabezado a la izquierda en
estos últimos meses, ante el silencio del líder moral de nuestro movimiento,
que frente a las ansias protagónicas de los personajes que ya conocemos, se ha
dedicado a seguir su labor de enseñanza, pueblo por pueblo, de la verdadera
cultura democrática de izquierda.
La traición a
la izquierda es un golpe histórico que se ha consumado en perjuicio de la
sociedad, por parte de este grupo de líderes como Jesús Zambrano, como Jesús
Ortega, como Guadalupe Acosta Naranjo, como Silvano Aureoles, que no sólo
firman pactos y acuerdos con el gobierno federal y con su partido, sino que hoy
se mantienen imperturbables ante la evidencia que los desnuda en su
inmoralidad.
La grabación
que dimos a conocer en este blog, realizado por ciudadanos, profesionistas,
académicos, estudiantes y amas de casa identificados con los ideales de la izquierda,
revela la podredumbre de un partido que es usado por intereses distintos a los
que dice defender.
Lo más grave
de todo no es que la legisladora haya usado información privilegiada para
“sacarse la lotería” como empresaria aprovechando los cambios legales que ella
misma impulsa en materia de telecomunicaciones; lo peor de todo es que el PRD
recurre al expediente fácil de sacarla de los debates en lugar de ponerla a
disposición de las autoridades para que se le inicie el desafuero y responda
por el delito de tráfico de influencias y los que resulten.
Que se excuse
no es suficiente. Pero Purificación Carpinteyro se sabe y se siente protegida
por “Los Chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, y ni por asomo ha pensado en
la posibilidad de que le inicien proceso de desafuero.
Engallada por
el apoyo de quienes la impulsan política y mediáticamente, personajes todos que
dicen simpatizar con la izquierda pero que no dudan en sacar beneficio de su
posición a la derecha más reaccionaria del país, Carpinteyro ni siquiera admite
la posibilidad de estar cometiendo algo ilegal, inmoral y falto de ética. Y el
PRD no dice ni hace nada frente ante tal cinismo.
Por fortuna, el
Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador,
apunta a ser el faro para que la izquierda deje de navegar en el mar de
corrupción en el que la ha metido el PRD, un partido que ahora está confirmado,
no tiene remedio.
Lo confirma la
percepción que se extiende entre los mexicanos: los partidos aliados con el
PRI, el PAN y el PRD impulsan leyes para que todo siga igual, para mantener
intocados a los monopolios, o en el mejor de los casos, para hacer nuevos
ricos, pero no para beneficiar al pueblo.
Tenía razón
López Obrador el año pasado cuando nos decía: “Van aprobar la nueva Ley
Televisa. Los patrocinadores de EPN llevan mano. No bajarán los precios ni
darán voz a los opositores no paleros”. Por suerte, como dijo recientemente
también, existen las redes sociales.
Desde aquí
continuaremos promoviendo la libertad, y llegará el día en que el pueblo unido
rescate al país de las manos de nuestros explotadores y de sus inmorales
aliados, traidorzuelos que ya están en el basurero de la historia.
