lunes, 7 de diciembre de 2015

Derrota en Venezuela, duro golpe para los pobres en América Latina

La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció que la MUD obtuvo 99 diputados,
mientras que el PSUV logró 46, en la Asamblea Nacional que tomarán posesión el próximo 5 de enero. 

Después de la derrota en Argentina, de la caída de Dilma Rousseff en Brasil, y ahora el traspiés electoral del Chavismo en Venezuela, las malas noticias para los pueblos pobres de América Latina es que el Socialismo del Siglo XXI, está amenazado por la entrega de dádivas.

El resultado de la elección de diputados del #6D, donde el PSUV perdió la mayoría de los escaños, es una muestra contundente de que el Chavismo debe replantear su política social o de lo contrario, asumir costos mayores en 2019, o antes.

En Venezuela el extinto Hugo Chávez impulsó programas de apoyo a los pobres y desamparados, basados en un socialismo y política de tipo asistencialista.

La promoción de la participación social fue sustituida por una política represiva para los opositores del Socialismo Chavista pero relajada y lisonjera con los abyectos que dio paso al corporativismo que tanto se criticó.

A lo largo de 17 años el Chavismo ha creado más de 40 programas de apoyo a los pobres. De estos, solo 35 están vigentes, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas de Venezuela.

Pero a pesar de que la mayoría de los programas funcionan y de los cuantiosos recursos millonarios que estos reciben, tan solo en 2013 PDVSA aportó 23 mil millones de Bolívares, la cifra de pobres en Venezuela aumentó de 45% que había en 1998 a 48% en 2014.

En un país que es habitado por más de 30 millones de personas, actualmente solo 2 millones de venezolanos en pobreza reciben los beneficios de las llamadas misiones. El resto, subsiste entre el olvido oficialista y la política corporativista en que terminó convirtiéndose el Chavismo.

Para reparar el daño que existe y que parece imposible de revertir, se necesitan leyes e instituciones democráticas; cambiar la estrategia con la que por años se ha conducido a las misiones chavistas y eso solo será posible desde una verdadera democracia.

Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro, ha señalado que, el #6D, triunfó una contrarrevolución, que ha impuesto “su escenario, su guerra”, señaló Maduro, quien llamó a los opositores a la convivencia y a poner fin a la guerra económica, como denomina a la crisis reflejada en la escasez de alimentos y medicinas, alta inflación y una profunda devaluación del bolívar.

Pero la derrota electoral del PSUV en la elección del #6D podría ser una oportunidad para comenzar a corregir lo que se ha hecho mal.

Porque además, como ha señalado el director ejecutivo de Human Rights Watch, José Manuel Vivan, en Venezuela lo que está en juego “es la posibilidad de revertir el gravísimo deterioro en materia de derechos humanos, estado de derecho e institucionalidad democrática que se ha ido agudizando en los últimos años”.