La Constructora española fue multada con 72 mdp, pero Topete y su socio Paulo Diez gozan de impunidad a pesar del delito de extorsión y del fraude cometido a ICA
Ciudad de México, 30 de marzo de 2016.- En México la corrupción parece no tener fin, ya que hasta los empresarios que se dicen ser honestos se benefician del sistema neoliberal que todo lo corrompe, como es el caso de Pedro Topete Vargas, propietario de Infraiber, cuyos procesos penales por extorsión, chantaje y espionaje telefónico no avanzan en la PGR, y hace que el empresario se encuentra viviendo como de vacaciones fuera del país en lugar de responder por sus delitos.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha investigado a una empresa que con solo tres meses de crearse, se adjudicó sin licitación alguna un contrato por 4 mil millones de pesos para contar el flujo de vehículos en las autopistas del Estado de México; esto a pesar de tener un capital de apenas 50 mil pesos.
Tampoco se ha investigado que el dueño de Infraiber, Pedro Topete, y su socio Paulo Diez, parecen contar con recursos ilimitados para haber realizado una campaña de desprestigio contra un consorcio español, no solo en México, sino también en España. De esto las autoridades corruptas del gobierno federal no investigan nada ni explican nada a la opinión pública.
Tal parece que Pedro Topete tiene valiosas amistades en la mafia del poder, gente quizá muy cercana a Los Pinos, ya que de ninguna manera se ha investigado que en 2007 le vendió al Grupo Ingenieros Civiles Asociados (ICA) la autopista Río de los Remedios-Ecatepec por un monto de 20 millones de dólares con un poder notarial falso, hecho que mantiene en una graves crisis financiera a la constructora.
Por si fuera poco, de ese dinero, Topete junto con su socio Paulo Diez, un abogado que se la pasa autoproclamándose como "paladín de la honestidad", crearon un carrusel de empresas para sacarle el dinero a ICA y devolverlo a sus cómplices dentro de esa empresa, como quedó documentado en reportajes de la revista Impacto.
En cambio las autoridades sí investigaron las concesiones que el grupo español OHL obtuvo hace una década, de las cuales ayer la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) determinó una multa de 72 millones de pesos por detectar registros contables inadecuados, pero descartando la existencia de dolo, fraude o impacto alguno contra el sistema financiero, ni contra terceros. No es tan creíble, pero es una resolución legal que deberá acatarse.
Lo importante y a destacar es que con el fallo de la CNBV, quedó demostrado que esas acusaciones de corrupción son falsas y que Pedro Topete, y su socio Paulo Diez, perderán las demandas penales que enfrentan por extorsión, chantaje, espionaje telefónico y daño moral.
Sin embargo, en un sistema de justicia corrupto como el mexicano estos empresarios gozan de total impunidad, ya que los expedientes abiertos en la PGR contra ellos no parecen tener fecha para su consignación, e incluso la orden de presentación contra Pedro Topete para declarar por la filtración de grabaciones ilegales, no se ha podido ejecutar ya que el empresario huyó del país.
Los medios de comunicación aliados de Infraiber, como Reforma, Proceso, Sin Embargo y Aristegui Noticias, sirvieron para enfocar la atención en el caso OHL, el cual hoy ya fue juzgado y sancionado, pero solo fue una distracción para que nadie se cuestionara de dónde saca tanto dinero Pedro Topete para financiar una campaña de desprestigio y también para pagar a un bufete de abogados que se ha ido hasta España para denunciar supuestos actos de corrupción del consorcio español, cuando el capital contable que reportó Infraiber para su creación fue de solo 50 mil pesos.
Por ello desde la Red es Nuestra, nos cuestionamos: ¿Si las acusaciones contra OHL ya se investigaron y fueron sancionadas, a Infraiber cuándo? O es que las autoridades solo aplican la justicia contra los grandes consorcios, aquellos que invierten millones de dólares en obras en el país y que general miles de empleos, pero no van a proceder contra sus socios o ex socios quizá porque estos pillos extorsionadores tienen contra ellos otras grabaciones comprometedoras?
En un país como México, queda demostrado que los empresarios que se dicen ser honestos, muchas veces no lo son; como el caso de Pedro Topete y su abogado y socio Paulo Diez, un par que no sólo inventó falsas acusaciones que ahora desmiente la CNBV, sino que en su hambre de dinero defraudaron a sus ex socios y al Grupo ICA. La justicia debe ser aplicada pareja y no solo simularla.