jueves, 16 de agosto de 2018

Unicef: México también separa familias migrantes

Un informe de la Unicef reveló cifras que evidencian cómo, a pesar que no haber aún informes públicos del avance en las negociaciones de México como Tercer País Seguro, nuestro país es en los hechos un filtro para millones de migrantes. Y sus métodos no envidian en nada a los de Trump.






Ciudad de México, 16 de agosto de 2018.- Según destacó la Unicef en su informe "Desarraigados en Centroamérica y México. Los niños migrantes y refugiados se enfrentan a un círculo vicioso de adversidad y peligro", entre 2016 y 2017 un aproximado de 60 mil niños migrantes estuvieron retenidos en centros mexicanos de detención antes de ser deportados. Según señala el organismo, los niños de 12 años en adelante fueron separados de sus familias, un procedimiento común del Instituto Nacional de Migración. Activistas denuncian, sin embargo, que han registrado separación de menores de hasta 4, 7 y 8 años.

Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ANCUR), en los últimos cuatro años 56 mil niños y niñas migrantes no acompañados han terminado bajo la custodia del INM. De ellos, apenas el 1% fue canalizado para recibir refugio en México.

La Unicef detalló las condiciones en las que los menores migrantes permanecen detenidos: sin permiso para salir ni para usar servicios ni para entretenerse, permanecen semanas y hasta meses bajo custodia, migrantes y refugiados por igual.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto más de 138 mil menores de edad han sido detenidos y sujetos a proceso migratorio. El 97% es de origen centroamericano.

Así, se revela una vez más el verdadero rostro de un gobierno cuya política entreguista y servil a Estados Unidos no puede ocultarse tras ningún discurso de preocupación por los migrantes mexicanos.

Sin haber avances públicos en las discusiones que darían a México el estatus de Tercer País Seguro, México es, por la vía de los hechos, el gendarme que funge de filtro migratorio a Estados Unidos. Este filtro consta, además de la brutalidad del crimen organizado, la impunidad y la discriminación, de una política que deja en duda los criterios del INM para definir la repatriación.

En 2017, el Instituto Nacional de Migración acumuló 156 observaciones por parte de un monitoreo ciudadano que registró distintas deficiencias y violaciones a los derechos humanos.

En semanas anteriores, la administración de Donald Trump tuvo que hacer matices a su política de Tolerancia Cero. Esto luego de que se diera a conocer que las medidas de esta política implicaban la separación de menores migrantes de su familia, además de las duras condiciones de detención que incluyen reclusión en jaulas, hacinamiento y suministro forzado de drogas.

Hipócritamente, el canciller mexicano, Luis Videgaray, salió a declarar que se trataba de una política inaceptable y que "no podemos permanecer indiferentes ante una situación inhumana y cruel como la separación de familias en la frontera"

La deportación expone a los migrantes a una "reintegración" forzada a su lugar de origen, situación compleja considerando que entre las principales razones por las que miles de migrantes emprenden la travesía es porque huyen de la pobreza, la violencia, enfermedades de cultivos, desastres naturales y otras crisis.

El plan frontera sur fue criticado también por el informe, toda vez que sus protocolos no contemplan el cuidado integral de menores migrantes. La aplicación de este plan únicamente ha derivado en el fortalecimiento del negocio del tráfico de personas y ha expuesto a mayores peligros a los migrantes que, buscando evadir la detención, se aventuran por nuevos caminos aún más peligrosos.

Con información de La Izquierda Diario.