En Guadalajara, los políticos
que renunciaron al PRI y que buscan la alcaldía de esa ciudad desde el partido
Movimiento Ciudadano, odian a la prensa que los critica y pretenden copiar la
escuela de Andrés Manuel López Obrador para entregar certificados de “prensa
buena” o de “prensa mala” a medios, según los traten bien o los critiquen.
Las redes sociales
sirvieron para exhibir a Enrique Alfaro y a sus colaboradores, quienes odian a
la prensa crítica y sólo reconocen la libertad de expresión de aquellos medios
que les hacen el juego o que de plano, los apoyan incondicionalmente, como el
Grupo Reforma.
Este jueves 28,
Alfaro realizó una rueda de prensa en el DF para hablar de la “guerra sucia”
que dice trae en su contra. Aprovechando eso, una cuenta falsa de twitter
llamada @EnriqueAlgaroR, que parodia al político ex priista, lanzó un tui
irónico planteando: “Me fue muy bien con los pasquineros del DF. Les dije que
si me critican son parte de la #GuerraSucia si me aman, pues no”.
A este comentario que si
no fuera irónico sonara grotesco, respondió el coordinador de la campaña de
Enrique Alfaro, Salvador Caro Cabrera, quien desde su cuenta @SalvadorCaro
marcó como favorito el tuit.
La cuenta @EnriqueAlgaroR
ha estado activa desde hace semanas lanzando mensajes irónicos y críticos sobre
las posiciones, expresiones y propuestas de Alfaro.
El comentario, que
pareciera un mal chiste, queda claro que refleja el pensamiento del grupo
político que aspira gobernar Guadalajara.
Enrique Alfaro a lo largo
de la campaña, ha mantenido enfrentamientos con la prensa, al grado de que
periódicos como Milenio Jalisco, La Jornada Jalisco y La crónica de hoy, éste
último de la capital del país, han denunciado amenazas por criticar a este
político.
En el caso de La Jornada,
el tema mereció un editorial y en Milenio, un artículo de su director, mientras
que La Crónica de hoy publicó incluso un correo electrónico del propio
candidato expresándoles advertencias y amenazas por una serie de publicaciones
críticas hacia él en dicho periódico.
