sábado, 21 de noviembre de 2015

Desindexación no traerá consigo aumento al salario


  • Salario mínimo ha perdido en 80% su valor adquisitivo en últimas tres décadas; la inflación ha crecido el doble y la gasolina el triple en igual lapso.

  • Hoy su cotización es de 70.10 pesos en todo el país, pero el costo mínimo de la canasta básica es de 87 pesos, según el Coneval




Ciudad de México. Pese a los intentos de la izquierda de recuperar el valor adquisitivo del salario mínimo en el país, las políticas neoliberales implementadas por la cúpula gobernante de derecha, no han permitido que la clase trabajadora perciba un salario digno para tener acceso a los productos más básicos de la canasta alimentaria.

Tan solo del año 1993 a la fecha, el salario mínimo ha registrado un crecimiento nominal de 391 por ciento, pero en ese mismo periodo la inflación acumulada es de 588 por ciento, es decir, casi el doble del aumento al salario; y la gasolina se encareció 936 por ciento en el mismo lapso, es decir, el triple.

Senadores del PRD afirmaron que la desindexación del salario mínimo, apenas es un primer paso para que crezca el poder adquisitivo, porque adicionalmente se requerirán de políticas públicas que lo eleven por encima de la inflación, para satisfacer las necesidades básicas de la clase trabajadora, es decir, solo es un paliativo lo que la clase dominante les permitió aprobar en el congreso.

La vicecoordinadora de la bancada perredista, Dolores Padierna Luna, declaró que se sentó el compromiso de que una vez desvinculado el salario mínimo como unidad de medida, pueda incrementarse al valor de una canasta alimentaria, que es de 87 pesos, pero esto significará el aumento de un 24 por ciento en su cotización, algo que los grupos empresariales voraces no permitirán, ya que las recientes alzas al mínimo han sido solo de un cuatro por ciento en promedio anual.

Apenas el jueves pasado, la Cámara de Diputados de México aprobó por unanimidad y mayoría calificada, con 417 votos en favor, la reforma constitucional para desindexar el salario mínimo de precios, tarifas, multas y otras variables, y la envió a las legislaturas estatales para su análisis.

El presidente de la Cámara Baja, el perredista Jesús Zambrano, afirmó que es la primera reforma constitucional pensada en la redistribución del ingreso en México en más de 37 años. “Se trata de que los salarios importen y la gente pueda vivir y salir de la pobreza mediante el trabajo duro y honesto”.

El legislador resaltó la importancia de que los Congresos estatales concluyan este año el trámite de la reforma, a fin de que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, que sesiona en diciembre, pueda establecer el nuevo salario “sin el lastre de la indexación”.

La reforma debe ser aprobada por al menos 17 de las 32 legislaturas locales para que cobre efectos constitucionales.

La diputada Lorena Corona Valdés, del Partido Verde (PVEM), aseguró que la desvinculación del salario mínimo por sí sola no implicará un aumento inmediato del mismo, pero sí logrará revertir la distorsión que se le ha dado a esta figura.

A su vez, Guadalupe Acosta, del PRD, consideró que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos deberá tomar en cuenta esta reforma para que en la fijación de los salarios de 2016 se llegue por lo menos a 86 pesos (5.2 dólares al cambio de hoy).

El perredista acotó que el poder adquisitivo acumula una pérdida en las últimas tres décadas de casi el 80 por ciento, lo que impide adquirir los mínimos satisfactores de la Canasta Alimenticia Recomendable valuada en más de 86.33 pesos/persona por el Coneval en 2015.

Con información de Ovaciones y el Diario de Yucatán.